PALABRAS COMO GOTAS DE AGUA
Salí una tarde de paseo por mi pueblo en los Picos de Europa y cuando empezaba a caminar por una senda me di cuenta de que empezaban a caer unas gotas de aguas.Regresé a casa de mi abuela a ponerme un chubasquero y unas botas de agua para poder pasear sin mojarme.
Fui por la senda hasta el nacimiento de un río que, por cierto, bajaba mucha agua a consecuencia del deshielo. Seguí andando por el cauce del río por unas rocas y de pronto me encontré con un lago y en la orilla se veían truchas tomando el sol, seguí con mi paseo y me encontré con varios pescadores que estaban probando suerte. Continué otro rato caminando y me di cuenta de que el agua de ese río desembocaba en un pantano, me detuve y me senté para ver el paisaje y escuchar el silencio y de pronto empecé a oir ruidos extraños , se oían muchas voces todas ellas muy claras y me di cuenta que el pantano hablaba con todos los seres vivos que vivían en él y los que le rodeaban.
Decidí probar suerte y yo también empecé a hablarle, comencé a contarle cosas y más cosas y de pronto me contestó, me dijo que normalmente cuando llegaba alguien todos se callaban porque casi siempre la gente que subía hasta allí era muy ruidosa y dejaban todo muy sucio.
Subí cada día durante todo el verano que pasé en el pueblo y cada día le contaba todo lo que se me ocurría, lo que me pasaba y él siempre me contestaba y me contaba cada día un poema sobre el agua y la naturaleza, eran muy bonitos, sobre todos los de las gotitas de agua.
El último día de las vacaciones fuí al lago para despedirme de él, le dió mucha pena que me tuviera que marchar por mucho tiempo para ir al colegio pues el lago se había acostumbrado a estar acompañado cada día y yo también encontré en él a un amigo con quien hablar. El lago se quedó tan triste que no volvió a hablar en todo el otoño, invierno y primavera.Cuando llegó el verano siguiente, mi familia y yo volvimos al pueblo a pasar las vacaciones y nada más llegar me baje del coche y recorrí el camino que tantas veces hice el verano anterior y cuando llegué al lago lo saludé y empecé a contarle historias pero no conseguí que el me contestara. Me preguntaba: ¿Estará enfadado porque me fui hace unos meses? o ¿Habrá perdido la capacidad de hablar?. Me volví a casa muy triste y cuando llegó la noche decidí que tenía que volver y dormir allí. Pedí permiso a mis padres y preparé la tienda, el saco y comida para cenar y desayunar. Cuando llegué al lago empecé otra vez a contarle mil historias del colegio, de mi ciudad, de mis amigos… pero también le dije que lo había echado mucho de menos y que no tenía ningún amigo con el que pudiera hablar como con él. Y de repente…...se empezó a reir y volvió a decirme poemas cada vez más bonitos que decidí llamar palabras como gotas de agua ya que todas esas palabras salían del agua. Pasé una verano estupendo y divertido junta a mi amigo el lago y él comprendió que aunque me tuviera que marchar siempre siempre iba a volver.
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