EL LADO OSCURO DE LA CUEVA
Esta es la historia de Charlie y Daniel, dos niños que vivían en un pequeño pueblo de Inglaterra al sur de Londres. Estos dos niños pasaban todo el día juntos, sólo se separaban para ir a comer y por las noches cuando se iban a dormir cada uno a su casa aunque siempre que podían intentaban quedarse juntos. Sus padres eran muy amigos y eso hacía que se llevaran como hermanos.
Charlie y Daniel eran muy traviesos, quizás demasiado, y a medida que fueron creciendo, crecieron sus travesuras. Siempre estaban gastando bromas a todo el mundo y casi siempre eran bromas muy pesadas. También les encantaba hacer excursiones por el campo y meterse por sitios que a veces eran muy peligrosos. Sus padres en cuanto tardaban un poco en llegar estaban muy preocupados porque nunca decían dónde iban y aunque los castigaban por ello muy a menudo, siempre volvían a hacer de las suyas.
Un día que no tenían colegio salieron a jugar por la mañana y cuando se cansaron decidieron hacer una escapada de las suyas y empezaron a caminar sin rumbo y sin avisar a nadie hacia dónde iban hasta que encontraron la entrada de una cueva y decidieron entrar. Caminaron por la cueva un buen rato hasta que llegó un momento que no veían nada y encendieron la linterna que era lo único que habían llevado a la excursión y siguieron caminando y bajando a pesar que se dieron cuenta que la cueva era muy peligrosa porque, tenían un sendero muy estrecho por el que caminar y se podían caer al vacío en cualquier momento cuando de repente la linterna se apagó y no veían nada. Se sentaron un buen rato a oscuras y como no consiguieron que la linterna funcionase, decidieron empezar a caminar hacia afuera a oscuras. Tenían tanto miedo que iban de la mano cuando de repente Daniel tropezó y cayó al vacío y arrastró a Charlie y el golpe que se dieron fué tremendo. Daniel no contestaba porque estaba inconsciente y Charlie no se podía mover porque se había roto una pierna.
Charlie no sabía qué hacer y rompió a llorar hasta que se quedó dormido. Cuando despertó Daniel seguía sin contestar y él creyó que su amigo había muerto pero consiguió encontrarle vió que respiraba. No sabía cuánto tiempo había dormido, pero tenía mucha sed, hambre y frío y como siempre que hacían de las suyas no habían llevado nada que comer, ropa de abrigo o agua. Se puso a gritar hasta que se cansó y creyó que nunca saldría de la cueva porque nadie sabía a dónde habían ido y no los iban a encontrar.
Charlie comenzó a rezar todo lo que sabía, después se puso a cantar y por último a pensar en lo que habían hecho, y se prometió a sí mismo que si salían de esta nunca más volverían a portarse mal y mucho menos hacer escapadas de las suyas.
En el pueblo, sus padres al ver que anochecía y los niños no volvían, fueron a la policía y todo el pueblo salió a buscarlos pero era algo muy difícil porque nadie sabía hacia donde habían ido.
Pasaron toda la noche caminando y llamándolos pero no consiguieron encontrarlos. Cuando se hizo de día, decidieron organizarse mejor y pedir ayuda en otros pueblos para recorrer bien toda la zona. Estuvieron otros dos días con sus noches buscándolos y cuando ya lo iban a dejar, un vecino del pueblo vió la entrada de la cueva y avisó a los demás y decidieron entrar. Charlie sacó fuerzas de donde pudo y comenzó a gritar hasta que los encontraron y tuvieron que sacarlos con cuerdas desde donde estaban. Pasaron unos días en el hospital pero se pusieron bien. Mientras estaban en el hospital, Charlie le contó a su amigo lo que había decidido sobre sus travesuras, y a partir de entonces, su comportamiento fué ejemplar. Aprendieron muy bien la lección.
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