lunes, 23 de marzo de 2015

El cambio de Ana

EL CAMBIO DE ANA



Había una vez una pequeña niña llamada Ana que estaba obsesionada con la ropa y tenía cientos  y cientos de vestidos, y aunque no sabía donde guardarlos no podía parar de comprarlos. Estaba muy consentida por sus padres, sin embargo, era adorable y educada con todo el mundo. Cada año le compraban 365 vestidos, es decir, uno para cada día del año y nunca repetía.

A pesar de ser una niña mimada y consentida por sus padres, estaba muy bien educada y no era egoísta ni altiva, sino que era generosa y muy amiga de sus amigos y le gustaba ayudar a todo el mundo y por ello tenía muchísimos amigos.

Pasaba mucho tiempo en su casa donde venían sus amigos a jugar dado que allí tenían todo tipo de juegos desde electrónicos hasta columpios, piscina, tirolinas...Era muy estudiosa y siempre hacía los deberes y trabajos tan pronto como llegaba a casa  del colegio, o sea, sus padres nunca tenían que mandarla hacer nada, ya que, era super responsable.

Un buen día llegó a su colegio una niña nueva, pelirroja, alta y muy delgada llamada María  y tan pronto se dió cuenta de lo especial y querida que era Ana, comenzó a tenerle una envidia enfermiza, tanto que decidió lograr que Ana dejara de ser tan perfecta.
Tan pronto como la conoció, Ana intentó que se sintiera cómoda en su colegio nuevo y le presentó a todos sus amigos y la invitaba a su casa, más las intenciones de María , eran conseguir que Ana se comportara mal, es decir, que dejara de ser “Doña Perfecta”.

María era una niña manipuladora y muy inteligente y poco a poco consiguió que Ana pasara mucho tiempo con ella, o sea, fuera alejándose de sus verdaderos amigos. Ya nunca tenía tiempo para ellos, ya que siempre estaba con María así que, poco a poco fueron alejándose de ella. Pero María era tan manipuladora y absorbente que a Ana no parecía importarle nada ni nadie. Descuidó su aspecto y sus tareas con tal de tener a María contenta, y no parecía darse cuenta de las intenciones de su nueva y ahora única amiga. Sus padres estaban muy preocupados por el cambio que había dado su hija, sin embargo no sabían cómo tenían que actuar. La situación empeoró tanto que Ana empezó a suspender y en ese momento María comenzó a reírse de ella y a decirle que había logrado su objetivo, o sea, conseguir que una “Doña Perfecta” se convirtiera en una mala estudiante y mala persona.
Ana entonces se dió cuenta de lo tonta que había sido al dejarse manipular por María y lo primero que hizo fue pedir perdón a sus padres por su comportamiento, ya que, se había vuelto maleducada y respondona con ellos. Después reunió a sus antiguos amigos y les pidió perdón uno por uno, más, ellos le dijeron que no se preocupara que sabían que todo había sido por culpa de las malas intenciones de María. Y todo volvió a ser como antes.



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